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Reseña: El hombre en el Castillo

  • Foto del escritor: Books Create Imagination
    Books Create Imagination
  • 18 mar 2018
  • 4 Min. de lectura

Una seguidora de la página estaba pidiendo que publique una recomendación porque la última que hice fue la de Mitos Nórdicos de Neil Gaiman, que fue hace como dos semanas. Y sí tiene razón me había quedado con pocas ideas 😐. Pero felizmente debido al furor de la nueva serie de Amazon que le está yendo muy bien, se me vio oportuno hacer en este momento la reseña a este libro de este gran autor con una imaginación espectacular, envidiable y prolifera. Sí el mismísimo Philip K. Dick . Del cual todos conocemos su obra más famosa "Sueñan los androides con ovejas electricas", que fue la inspiración para hacer las películas de Blade Runner aunque no es un adaptación del libro mencionado sino en base a esa idea . Bueno ¿Ya lo reconocieron? Genial! Hablando de que aproveché la popularidad de la serie para hacer esta reseña de El Hombre en el castillo, ya sé me van a decir que es bien de posser de mierda hablar del libro justo en el furor de la serie . "Vos Caspian que te burlas de las pseudo fans de Stephen King, que hijo de puta que sos " , y sí lo acepto. Pero en mi defensa como dije la serie es tan buena como el libro y bastante fiel . Y de paso un saludo a aquellos que nos tratan de repetitivos, que no sabemos redactar y esas mierdas de hatter barato, agreguen por ahí possers de mierda. De nada. Bueno vamos a la reseña de El hombre en el castillo. Sinopsis oficial: El hombre en el castillo nos sumerge en un mundo alternativo en el cual el Eje ha derrotado a los Aliados en la segunda guerra mundial y los Estados Unidos han sido invadidos y divididos entre los vencedores. Mientras los nazis se han quedado con la costa atlántica, donde han instaurado un régimen de terror, la costa pacífica permanece en manos japonesas. En esta América invadida, los nativos son ciudadanos de segunda clase a pesar de que su cultura es admirada por los vencedores, hasta el punto de que uno de los mejores negocios es la venta de auténticas antigüedades americanas, como relojes de Mickey Mouse o chapas de Coca-Cola. Bueno la cosa es así ,no sé dónde leí que todo género literario gira en torno a una cuestión: la condición humana. La ciencia ficción permite llegar un poco más allá en el planteamiento de las preguntas porque la realidad no es un freno. Por eso me gusta este género, o el terror, porque cuando el escritor es inteligente sabe diseñar un mapa en que personajes, contexto y desarrollo de la trama, son un conjunto armonioso que le permite ir soltando esas pequeñas preguntas que obligan al lector a desviar la mirada y pensar. Philip K. Dick es uno de ellos. Lo que hay detrás de El hombre en el castillo es la necesidad del hombre de construirse realidades paralelas a su gusto para escapar, escabullirse o simplemente sobrevivir al mundo real ( aún no estoy fumado) . Podemos echar mano de la ucronía o de la superstición, como hacen los personajes de Dick, al igual que si fueran drogas, lo que era el pan de cada día de nuestro autor de hoy. Para ello es preciso dejar la razón en suspenso, arrinconar la inteligencia, el consejo y el conocimiento, y permitir que el azar determine el futuro, que decida por nosotros. No se recurre a la deducción o la inducción para tomar un camino, sino que una tirada de dados, un pájaro volando contra el viento, un gato que pasa por debajo de un arco, son augurios o dictados de una fuerza superior. Detrás está el sincronismo; es decir, la creencia de que todas las partículas están conectadas entre sí. El destino está fijado, por lo tanto, no existe la libertad. Y así se crea una historia de ficción psicológica de la puta madre. En el momento en que se sitúa la novela, los nazis estaban ya conquistando el sistema solar y experimentando con los africanos para liquidarlos en quince años. Habían drenado el Mediterráneo para labrarlo y pensaban atacar Japón. Los japoneses no acaban de adaptarse a la mentalidad occidental, y existía una incomprensión mutua e insalvable. Los alemanes, en cambio, se muestran voraces, racistas y engreídos, imbuidos en un falso espiritualismo –el honor, el destino,…- que Dick atribuye a su materialismo y racionalismo, lo que no deja de ser paradójico. Dick construye personajes que viven de unas falsas creencias para poder sobrevivir. El oráculo y otras supersticiones los narcotizan y protegen de la realidad. Por esto, “el hombre en el castillo”, que allí vive, es Hawthorne Abdensen ,el autor de una novela que describe una realidad paralela, alternativa a la dictadura nazi, en la que los países libres y democráticos han ganado la Segunda Guerra Mundial, y al que titula La plaga de la langosta, un auténtico bestseller a pesar de estar prohibido. Y lo más triste es que Abdensen no basa su libro en la ciencia, sino que utiliza el oráculo para escribir el libro de la Historia que le hubiera gustado vivir. Una cosa totalmente flashera pero de la buena que te hace mierda la cabeza en el buen sentido. La novela se construye encadenando historias particulares, que a veces se tocan, con el objetivo de mostrarnos esa condición humana miserable, torturada, pequeña, del no somos nada. Y la verdad es que engancha. La narración fluye con rapidez y los pequeños mundos particulares se desmenuzan frente a una realidad cruel. Es por ésta novela que luego leí Estados Unidos de Japón de Peter Tyeras que tiene una premisa similar aunque con mayor tecnología, cyber Yakuzas , Mechas y todas esas mierdas ponjas que me gustan, la cual recomiendo mucho también. Cómo dato adicional la serie le hace honor a la novela aunque va mucho más lenta que la novela, sin embargo el objetivo de mostrar la crueldad nazi-nipona , queda bien expuesto así que también la recomiendo, pero tenés que tener Amazon Prime. Y si sos de Argentina la novela la está reeditando Clarín a solo 120 pesos en los puestos de diarios. 

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